viernes, 24 de febrero de 2012

Típico: pensar que una cosa solo te sucede a ti, cuando...


Pensar que una cosa solo te sucede a ti, cuando en realidad le ocurre a todo el mundo. Esto le pasa a todo el mundo. Todos pensamos que hacemos cosas distintas a los demás, que somos más raros por así decirlo y que lo que hacemos a los demás no les va a gustar. Nunca quieres decir que haces eso (lo que sea). Pero llega un día en el que te das cuenta de que los demás también lo hacen y piensas: bueno, ¿y porque no lo he dicho antes? Pues no lo has dicho por miedo a lo que piensen los demás de ti, pero cuando sabes que los demás lo hacen tu dices que también lo haces y quedas igual a los demás. En ese momento te quedas muy bien y parece que te has quitado un peso de encima. Incluso estás feliz porque los demás también lo hacen. Esto nos pasa muchas veces, incluso a mi me ha pasado. No le he dicho a mis amigas que hacía algo por miedo a lo que pensasen de mí y cuando ellas lo dicen pues claro yo me doy cuenta de que no soy la única. En verdad, casi todas las personas somos iguales, pero creemos que no. Claro está, que no somos iguales a los demás en TODO. Porque a todo el mundo no le puede gustar lo mismo.

viernes, 10 de febrero de 2012

Juzgar o querer a alguien.


Juzgar o querer a alguien solo por el físico es como comerse un bombón sólo por el bonito color del envoltorio. Siempre en algún momento de nuestra vida hemos criticado a alguien sólo por su físico. Incluso sabiendo que lo bonito está en el interior. O por ejemplo nos hemos enamorado de una persona, de la cual solo has visto su físico. Tú te enamoras de su físico. Pero no te enamoras de la persona en sí, de su personalidad. Cuando conoces a esa persona te das cuenta de que no es como la imaginabas y que ya no te gusta tanto. Por eso, no se puede juzgar a las personas sólo por el físico, hay que conocer la personalidad de la persona. Porque no siempre las personas son como parecen.

Todos jugamos a ser valientes.


Todos jugamos a ser valientes detrás de una pantalla pero cuando nos toca asumir un problema no sabemos ni por donde cogerlo. Este siempre nos a pasado. Por internet decimos de todo, pero luego a la cara no somos capaces de hacerlo. Si decimos las cosas por internet, como no hay nadie a nuestro lado, pues somos más valientes y empezamos a decir de todo. Pero luego a la hora de la verdad y en persona, todos somos unos cagados. Así que yo recomiendo que antes de decir nada desde detrás de la pantalla, lo pienses, si vas a ser capaz de decirlo en persona adelante, pero si no vas a ser capaz, no lo digas, porque luego vienen los problemas, y el mundo ya está hecho una mierda, como para que alguien que se aburría en su casa y decía de todo empiece a tener problemas también. Antes de actuar hay que pensar.